El cifrado de los acordes tríadas en armonía clásica
El bajo cifrado
El uso del bajo cifrado comienza en el periodo Barroco. Rameau fue uno de los primeros teóricos en desarrollarlo, aunque en realidad recoge ideas ya presentes en su entorno y en otros autores. La razón de su aparición radica en la necesidad de reforzar el sentido armónico de la música debido a la creciente relevancia de la melodía acompañada en contraposición a las texturas contrapuntísticas del Renacimiento, donde las progresiones de acordes no tenían tanto sentido direccional.
En un artículo anterior ya te hablo el cifrado funcional
GUÍA PARA EL CIFRADO FUNCIONAL EN ARMONÍA CLÁSICA
En este artículo, nos centraremos en el cifrado numérico. La principal diferencia entre ambos es que el cifrado funcional busca representar la función armónica del acorde dentro de la estructura musical, mientras que el cifrado numérico se limita a mostrar las relaciones de intervalos de manera casi matemática, sin hacer interpretaciones de la función armónica del acorde (si es un I o un V, por ejemplo).
Muchos estudiantes (yo lo hice en su momento) tienden a memorizar los cifrados. Sin embargo, esta no es una buena práctica, ya que te ocupa recursos mentales y resulta más difícil memorizar conceptos que no tienen un significado claro para ti. Es mucho más útil comprender su funcionamiento, lo que te permitirá cifrar incluso acordes que no hayas visto antes.
El cifrado numérico está diseñado para evitar ambigüedades y confusiones a la hora de cifrar un acorde. Para cada cifrado solo existe un acorde posible, y viceversa. Aun así, es importante recordar que, en la construcción de un acorde, la única nota inamovible es el bajo; las voces superiores (soprano, alto o tenor) se distribuyen libremente, aunque respetando las reglas de la armonía clásica, como evitar quintas y octavas paralelas, entre otras.
Reglas básicas
Cifrado desde el bajo
Para cifrar cualquier acorde debes contar los intervalos que hay desde el bajo. El orden de las notas y las duplicaciones por encima del bajo es, como hemos dicho, libre.
Las duplicaciones tampoco se indican en el cifrado
Los intervalos 3º y 5º, por ser muy obvios, no se acostumbran a escribir. Por tanto, en los acordes en estado directo y sin alteraciones, no se anota nada. En el ejemplo anterior he puesto entre paréntesis los números que no escribiríamos.
Si hay una alteración en el cifrado sin número, se asume que se refiere a la 3ª del acorde.
Normas para el bajo
El bajo no se cifra, ni siquiera aunque sea una nota alterada.
El bajo es inalterable, no puedes moverlo ni añadir o quitar alteraciones. El resto de las notas puedes subir o bajar para adaptarlas al cifrado pero el bajo debe permanecer tal como está escrito.
Tampoco puedes cambiar el cifrado si ya te lo han dado. Debes construir el acorde tal como indica el cifrado.
No se pueden añadir notas por debajo del bajo, pues esas notas pasarían a ser el bajo entonces.
Las alteraciones y el bajo cifrado
Los números se escriben de mayor a menor, de arriba hacia abajo. Siempre hay que anotar en el cifrado las notas alteradas, o sea las que no estén en la armadura. Esto tienes que vigilarlo especialmente en las modulaciones donde es bastante común olvidarse de anotar todas las alteraciones de la nueva tonalidad
Cifrados específicos
Hay algunos signos "especiales" que se han de poner siempre que aparece un acorde que lo lleva:
La sensible se señala con el símbolo "+" (aunque no se produzca por una alteración), en la dominante del modo menor y en el acorde de quinta disminuida sobre el VIIº. Sin embargo, en el la dominante triada del modo mayor no se suele escribir. Si el acorde tiene una quinta disminuida desde el bajo, se señala con 5 tachado, como puedes ver en el primer vii del siguiente ejemplo.